lunes, 13 de febrero de 2017

Portadas alternativas y en blanco

En ocasiones la portada de un cómic la dibuja un artista completamente diferente al que hace las viñetas del interior. Tengo un amiguete al que esto le repatea casi tanto como ver al Capitán América gritando «¡Hail Hydra!».

Hace muchos años, cuando recorríamos todas las tiendas de la ciudad en busca de cómics, podíamos llegar a comprar colecciones simplemente por el dibujo de la portada. Éramos jóvenes (bastante) e inocentes (no tanto). Como no teníamos acceso a internet, íbamos tienda por tienda, revisando todos los cómics que nos podían interesar, uno a uno... qué tiempos más buenos aquellos...

El problema era que la mayoría de cómics estaban cerrados en bolsas protectoras (no solían interesarnos demasiado las novedades, a decir verdad, y solíamos comprar colecciones antiguas) así que no podíamos ojear las páginas interiores para ver si realmente nos gustaba o no. En ocasiones, comprarlos era un acto de fe... qué tiempos más puñeteramente buenos eran aquellos...

El hecho de que el dibujante de portada fuera diferente al del interior es algo que a mi nunca me ha importado demasiado pero... ay... a mi amigo le tocaba la moral cosa mala... Por ejemplo: estoy convencido de que se negaría a comprar el número 1 de Campeones con la portada de Alex Ross (uno de sus dibujantes preferidos de todos los tiempos), por el simple hecho de que el resto de cómic no lo ha dibujado él. Os podéis imaginar lo que opina cuando, dentro de un mismo número, se alternan 3 o 4 dibujantes diferentes... ¡se pone verde como Hulk!

Últimamente las portadas alternativas se han puesto muy de moda: un mismo número se publica con 5 o 6 portadas diferentes. Habrá gente a la que le dará igual una portada u otra, otros querrán la de su dibujante favorito y los habrá también que quieran coleccionarlas todas. Para gustos, colores. Normalmente al final del cómic vienen todas las portadas que han sido editadas así que no le doy demasiado importancia al tema (es cierto que si tengo la opción de elegir compraré la que más me guste, pero no buscaré y rebuscaré por diferentes tiendas físicas u online para buscar una en concreto... salvo en contadas ocasiones que os explicaré en otro momento...).

Sin embargo, de un tiempo a esta parte han dado una nueva vuelta de tuerca a esta idea: las portadas en blanco. El cómic en cuestión viene con la portada completamente en blanco (a excepción del título de la colección, claro) para que se lo podamos hacer llegar a nuestro dibujante favorito y que haga un dibujo sólo para nosotros, o coger a todo el equipo creativo y que te lo firme o, en fin, lo que se nos ocurra.

Por poner un ejemplo, aquí tenéis un número de Spider-Man con Stan Lee en la portada (el dibujo es de Humberto Ramos), firmado por el mismo Stan Lee:


Es una idea que me parece maravillosa: creo que ahonda en la relación de proximidad entre artistas y lectores, y eso siempre es algo bueno. No sé si alguna vez haré algo similar. Pero la idea me parece estupenda y, de haber existido algo así cuando era joven, me habría obsesionado completamente.

Quizás intente que Alex Ross haga una portada chula y se la regale a mi amigo, por verlo rabiar... por recordad aquellos buenos tiempos...

«Mi secreto es que siempre estoy furioso.» (Bruce Banner).

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